El aprendizaje humano es uno de los conceptos que causan más controversia, porque no existe una definición exacta que recoja el mejor método para construir el conocimiento. En la actualidad, podemos advertir tres formas diferentes que tiene el ser humano para aprender, en el trabajo o fuera de éste:
- la primera: adquisición,
- la segunda: participación,
- y la tercera: construcción.
Cada una de estas maneras de concebir el aprendizaje en el puesto de trabajo se apoya en unas estrategias diferentes.
El aprendizaje como producto de adquisición
El alumno que aprende a partir de la adquisición retiene en su mente diferentes conocimientos que luego aplica en diferentes circunstancias. La formación aquí consiste en memorizar e interiorizar una serie de conceptos o lecciones.
El aprendizaje como participación
Aprender participando en situaciones reales o debates, permite que el alumno no solo adquiera el conocimiento sino que lo aplique de forma simultánea. Así, la participación es el proceso mediante el cual las personas toman iniciativa propia para resolver situaciones o problemas aportando su propia creatividad, puntos de vista y conocimientos y, al mismo tiempo, compartiendo la responsabilidad en la toma de decisiones. Este tipo de aprendizaje presenta diferentes ventajas como la mayor integración social del alumno, una mejoría en su capacidad de comunicación, la toma de decisiones más precisas y eficaces, una mayor comprensión de los conceptos tratados, etc. En definitiva, podemos decir que al igual que el conocimiento puede conducir a la acción, la acción puede conducir al conocimiento.
El aprendizaje como construcción
Las personas aprenden de diferentes modos según el contexto y cada etapa de la vida. En este tipo de aprendizaje, no solo se tiene en cuenta al alumno en sí y sus capacidades, sino que también tiene un peso importante el contexto en el que se desenvuelve (comunidad/organización/sociedad). Ese contexto es cambiante, dado que el conocimiento está continuamente en evolución y desarrollo. Frente a este desafío, las nuevas tecnologías son una excelente opción para acceder a toda esa nueva información. Internet posibilita la creación de entornos de aprendizaje e intercambio comunicativo (es lo que se conoce como e-learning o Blended Learning), aunque para ello es necesario que las personas desarrollen competencias digitales para procesar esos conocimientos.
Estrategias de aprendizaje en el trabajo
El aprendizaje debe orientarse desde diferentes perspectivas que ayuden al alumno a interiorizar conocimientos y saber aplicarlos en un determinado contexto. La forma de aprender no solo pasa por leer libros de texto o contenidos en la red, sino que debe valorarse la importancia de poner en práctica cada lección aprendida, bien de forma individual o a través de una comunidad, donde se promueva la colaboración y la participación. Algunas estrategias de aprendizaje en el trabajo pueden ser la creación de un blog profesional, la utilización de herramientas multimedia para asimilar contenidos o la realización de cursos de formación para el empleo, tanto en su versión subvencionada como en formación privada o bonificada. Si tienes dudas, lee este artículo sobre las diferencias entre formación bonificada y subvencionada.
Todo esto implica ampliar la mirada sobre el concepto de aprendizaje: reflexionar sobre qué se puede aprender, cómo y dónde, sin olvidar que las personas necesitan siempre tener un grado de autonomía para razonar, pensar y aprender a lo largo de la vida.