El contrato de formación en alternancia está experimentando un crecimiento exponencial en los últimos años; de los 40.298 registrados en 2022, subieron a 50.049 contratos el año pasado, y en este, llevamos un acumulado de casi 40.000 contratos de formación en alternancia formalizados, según datos estadísticos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Este modelo se está consolidando como una solución eficaz para mejorar la empleabilidad de los jóvenes, permitiéndoles combinar su desarrollo académico con la experiencia laboral, a la vez que, una oportunidad para las empresas de ciertos sectores económicos marcados por la estacionalidad y los picos de trabajo elevados en momentos concretos del año.
Su principal atractivo está en la formación dual, donde el aprendizaje teórico se complementa con prácticas remuneradas en empresa, logrando que las personas trabajadoras adquieran las competencias demandadas por el mercado y concretamente, las habilidades especificas al puesto de trabajo que desempeñan en sus empresas de acogida.
Entre sus ventajas, destaca la reducción de la brecha entre educación y empleo, mejora los índices de rotación de personal, contribuye a fomentar una cultura organizacional adaptable a largo plazo y supone una oportunidad para las empresas de formar a futuros empleados según sus necesidades específicas, optimizando el reclutamiento y la fidelización de talento. Además, este contrato cuenta con incentivos económicos y fiscales para las organizaciones, como bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social, que suponen una reducción considerable de las aportaciones empresariales.
Estas han sido algunas de las particularidades y beneficios expuestos durante la jornada «La Formación en Alternancia: talento cualificado para la eficiencia y sostenibilidad empresarial» organizada por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y Femxa. Un encuentro que posicionó el contrato de formación como un modelo formativo clave para mejorar la empleabilidad y adaptación a las demandas del mercado laboral actual.
Este encuentro estuvo presidido por César de la Fuente Ruiz, jefe de área del departamento de Educación y Formación de CEOE, junto con José Manuel Campos, socio consultor de Femxa, y contó con una mesa redonda de expertos de diferentes sectores: Sandra Serrano, directora de Formación Profesional de Grupo Iberostar; Diego Yuste, responsable de FP y selección RRHH para producción de Airbus España; Nacho Carvajal, director en el Departamento de Derecho Laboral de PwC España e Inspector de trabajo en excedencia; y Patricia García, presidenta institucional de Femxa.
Los participantes debatieron acerca de la aplicación de estos contratos en diferentes industrias, y aprovecharon para compartir de primera mano sus experiencias y casos de éxito relativos a esta modalidad contractual.
Sandra Serrano, de Grupo Iberostar: «La Formación Profesional Dual representa una oportunidad única para que los estudiantes adquieran experiencia práctica desde el inicio de su formación».
Diego Yuste, de Airbus España: «La formación profesional se adapta perfectamente a la tendencia de seguir formándose a lo largo de la vida profesional y garantiza el derecho a la recualificación de los trabajadores».
Nacho Carvajal, de PwC: «La nueva normativa fomentará la expansión del contrato de formación. Es un contrato totalmente legal con todas las garantías si se ejecuta adecuadamente».
Patricia García, de Femxa: «La cooperación entre el centro de formación y la empresa es fundamental en el éxito del contrato de formación en alternancia, y el tutor de formación y el de empresa son la figura central»