Certificados de profesionalidad online. Enseñar a ser.

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Ya hemos hablado de los certificados de profesionalidad y hemos conocido la experiencia de dos de nuestros alumnos, pero ¿sabéis cómo realizamos la producción de los certificados de profesionalidad online? Os los contamos.

La tarea no es fácil, cada vez hay más requisitos, tanto técnicos como pedagógicos, siempre teniendo presente nuestro único objetivo: que los alumnos aprendan la profesión que han escogido o puedan acreditarse laboralmente como tal.

Para esto, nuestra premisa no puede ser otra que enseñar a ser. ¿Cómo enseñamos a ser? Cuántas veces hemos leído o escuchado que la realidad profesional y lo que nos enseñan en las aulas o a través de entornos virtuales de aprendizaje no se ajustan. Para que esto no suceda, debemos tener muy claras las competencias que nuestros alumnos/profesionales deben adquirir para ser capaces de realizar una tarea en un contexto concreto, por lo que nuestra labor (como productores de contenido editorial multimedia asociado a las familias profesionales) es facilitarles el camino a la adquisición de las mismas.

Entender el trabajo de crear un certificado de profesionalidad online

Para saber cómo funcionan los certificados de profesionalidad debemos comenzar por refrescar que suponen el instrumento de acreditación oficial de conocimiento las unidades de competencia de un oficio para una persona. En este sentido es fundamental entender qué son las competencias. Son el conjunto de los conocimientos, de las habilidades y destrezas y de las actitudes y valores que los trabajadores debemos poseer para llevar a cabo una serie de tareas en un contexto profesional concreto. La acreditación de las competencias se realiza mediante la posesión de un certificado de profesionalidad que habilita en las unidades de competencia reguladas en el Real Decreto correspondiente, con validez en todo el territorio nacional.

¿Cómo trasladamos todo esto a nuestro contenido online desde el área de producción de cursos?

Si queremos que un alumno  de alguno de nuestros cursos, por ejemplo, de gestión de llamadas de teleasistencia, se convierta en teleoperador de un servicio de teleasistencia, con titulación oficial, debemos enseñarle:

Los conocimientos.

Necesarios para trabajar como teleoperador en este tipo de centros (por ejemplo, los tipos de usuarios con los que se va a encontrar y los tipos de llamadas que va a realizar);

Las habilidades.

que debe manejar para realizar sus tareas diarias (por ejemplo, ser capaz de priorizar las llamadas planificadas para su turno de trabajo en función de las prioridades establecidas en su centro de trabajo);

Las actitudes.

a llevar a cabo en el desempeño de sus funciones (por ejemplo, tratar a los usuarios del servicio con educación, empatía y fomentando la confianza).

¿Cómo conseguimos que nuestros alumnos sean capaces de ejecutar todo esto desde el área de producción de cursos?

Muy fácil… ¡haciéndolo!

Después de un cambio de planteamiento de nuestro proceso de trabajo, en la actualidad situamos al alumno en un contexto real desde el inicio del aprendizaje, el contexto en el cual trabajará cuando finalice el certificado.

El trabajo colaborativo, que no en equipo.

A través de la creación de pequeños grupos de trabajo con un mismo objetivo común y bajo la responsabilidad de cada miembro para alcanzar ese objetivo, es fundamental para conseguir que todo el proceso de producción de enseñar a ser se convierta en un contenido que facilite al alumno/profesional la adquisición de competencias para aprender a ser una determinada profesión.

El planteamiento de diseño instruccional.

Se inicia con la adaptación del contenido de autores con amplia experiencia laboral en el desarrollo de contenidos formativos, involucrados a lo largo de todo el proceso de producción. Desde aquí, y trabajando conjuntamente con estos, se organizan las unidades didácticas en función de las capacidades y los contenidos mínimos necesarios, partiendo de un enfoque situacional profesional donde teoría y práctica van de la mano.

A continuación, se divide la información en unidades mínimas de contenido y se estructuran las pantallas del curso en formato digital, aportando los recursos necesarios y pertinentes, tanto multimedia (como vídeos, aplicaciones prácticas, infografías, esquemas, imágenes…) como de otro tipo (enlaces, documentación adicional) para facilitar la asimilación del contenido.

La evaluación es continua a lo largo del desarrollo de todo el certificado de profesionalidad y está enfocada al desarrollo de competencias a través de diferentes instrumentos de evaluación que permitan la adquisición de las mismas situando al alumno en situaciones concretas de trabajo real/simulado.

No hay mejor manera de aprender a ser que enseñar a ser trabajando de manera colaborativa, por lo que nosotros no podemos plantear nuestra metodología de trabajo de otra manera.

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Femxa
info@femxa.es
4 Comentarios
  • Arantxa
    Publicado a las 09:34h, 07 marzo Responder

    Somos una empresa de Formación en proceso de acreditación para impartir certificados de profesionalidad con compromiso de contrato de formación.Nos encontramos en la fase de acondicionamiento del local y nos gustaría contar con vuestro asesoramiento y futura colaboración.
    Cómo nos ponemos en contacto???

  • Orbe Formación
    Publicado a las 08:22h, 21 marzo Responder

    ¡Buenos días, amigos! La verdad es que teniendo claros los objetivos y con el respaldo de un buen plan formativo y didáctico, un alumno puede lograr aprender realmente una profesión y lograr cualquier aptitud que se proponga, también a través de los medios online. Gracias por la aportación del post, muy interesante vuestro método. Si sois tan amables y nos lo permitís, nos gustaría mostraros nuestro trabajo. ¡Un saludo!
    https://orbeformacion.com/

    • Grupo Femxa
      Publicado a las 09:44h, 26 julio Responder

      Muchas gracias por tu comentario!! Un saludo.

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